18 may 2012

OLIENDO NUCÚ

Caminando por las calles del barrio del "cerrito", llegó a mí cierto aroma particular que despertó una de tantas huellas gnémicas alojadas en mi cerebro. Tan agradable era ese olor, que de inmediato aparecieron las imágenes de la recolección de este manjar que sólo en tiempos de lluvia,y en pocos lugares se puede hacer; a parte de tener suerte de juntar lo suficiente y hacerte de una buena botana ancestral. El Nucú es una hormiga grande y culona, brava como la chingada,pero muy nutritiva y rica, frita nada mas con sal; ya luego le podes poner limón y con una cervecita, mejor. Ya no se puede pepenar donde sea, con las calles todas pavimentadas y las casas sin patios; su hormiguero no tiene salida, mas que por alguna grieta de banqueta sin arreglar (huy las del centro se van a llenar e harto, ve). También hay que estar pendiente de las "palomitas", esa hormiga menudita con alas avisando que es el día que va a salir Nucú. debe uno tener listas las cubetas con agua y una bolsa nylon. una cubeta para ir juntando el nucú y otras dos para ir metiendo los pies, pa' que no te jodan las canías y la bolsa pa' que no te piquen la mano. todo esto en plena madrugada, ya no con el miedo de que te salga la mala mujer o la carreta de San Pascualito, sino de encontrar un mariguano o los grafiteros jodiendo una barda. Bien vale la pena el desvelo, aunque solo se juntes una "medida", tan escaso que está el animalito y tan caro que esta en el mercado, porque es de importación: de la rivera las flechas o de copoya. Me acuerdo de la gente debajo de los postes del alumbrado público levantando Nucú. eso es algo que recordé, caminando por el barrio del Cerrito.